buen día, cómo dice que le va

De este chisme me enteré yo sola y puedes saber hasta donde tú quieras, por qué me voy a andar preocupando yo si eres una chusma incompleta, a ver, que por chusmear se ha muerto gente, pero de aburrimiento seguro que también, no te voy a culpar. El hecho es que, si me lo tengo que contar a mí misma, pregunto yo, qué crees que estoy haciendo. Y si, al final, no hay otra persona aparte de mí que lo sepa de mi mano, bueno, me iré de este mundo sin otra responsabilidad que la de morirme de una buena vez.

No es otra historia de políticos siendo políticos ni de policías corruptos ni de las excéntricas trivialidades de la gente de mucha guita, porque todas estas ya tienen su lugar en algún plano de la realidad. El chusmerío, al contrario, colabora con la construcción de nuestra fantasía de cada día y, a veces, se extiende como vacacionando sobre nuestras mentes durante semanas. A la segunda semana yo ya no podía mantenerlo en secreto, por eso lo escribí y ahora lo ventilo por aquí.

Resulta que me enteré que, al fin de cuentas, eras muy chusma. Mírate, has llegado a leer todo lo que tenía para decir, no se te vaya a escapar nada, simulacra, que hay examen de literatura mañana.